martes, 21 de junio de 2011
Codes and Keys de Death Cab for Cutie (Crítica).
Hay grupos que alcanzan la época de la gloria, y lo hacen lanzando álbumes dignos de admirar, ganandose el respeto de la industria, pero con el paso del tiempo comienzan a pasar desapercibidos e incluso se llega a creer que se están separando o que simplemente ya todo acabó.
“Codes And Keys” ha llegado para eso, para recordarnos que el cuarteto sigue ahí. Y no pretende más. Suena a disco honesto, a disco cocinado sin presiones, a vidas equilibradas, a músicos que graban las canciones que les surgen, sin plantearse más, sin expectativas desmesuradas, sin conceptos, sin obsesiones por cambiar. Death Cab For Cutie están orgullosos de ser lo que son, y a estas alturas de la película me alegro de que eso sea todo. Me trae sin cuidado si Zooey Deschanel le ha cambiado la vida a Gibbard o cualquier otra cuestión que vaya más allá de lo que escucho cuando pongo “Codes And Keys” en el equipo. ¿Y saben qué es lo que escucho? Un puñado de bonitas canciones que, sin cegarnos, sí aportan luz a nuestros corrientes días, uno puñado de canciones de sonoridad emo para unos tiempos en los que otros han arrastrado la etiqueta por el fango. Desde el single “You Are A Tourist”, pasando por la casi kraut “Doors Unlocked And Open”, la melancólica “Unobstructed Views”, “Monday Morning”, “Underneath The Sycamore” y algunas otras. Por supuesto, no todo el material está al mismo nivel, pero con sus aciertos y sus errores, “Codes And Keys” es un disco muy humano, un trabajo que no busca sorprender o alcanzar nuevas metas, sino que se contenta con ser el resumen de lo que pueden hacer, y por tanto de lo que son, a día de hoy Death Cab For Cutie.
Es en estos momentos, donde Death Cab for Cutie necesitarían un álbum a la altura de sus mejores obras para volver al status musical que tenían, y este no es el caso. No lo es porque este es un trabajo demasiado evidente, demasiado evidente a la hora de intentar repetir la formula de sus discos mas exitosos, y aunque por momentos parece conseguirlo nunca llega a alcanzarlo del todo. Aún así Codes And Keys merece la pena por volver a hacernos disfrutar de ese toque emo, de esa innata calidad en las melodías y en la instrumentación, y de la maravillosa voz de Gibbard. Cuando en "Doors Unlocked And Open", tras un inicio discreto, irrrumpen todos los instrumentos y la voz se muestra en todo su esplendor, recordamos que son unos genios, en "Codes and Keys" nos pasa algo parecido y en "St. Peter´s Cathedral" y "Unobstructed Views" nos atrapan a pesar de excederse en la búsqueda de la magia épica de "Transatlanticism". Es en los temas rápidos donde más encontramos esa evidencia de buscar los hits que poblaban anteriores trabajos, así la inicial "Home Is A Fire", el single "You´re A Tourist" o "Monday Morning" a pesar de tener algunas de sus mejores virtudes, se revelan como temas demasiado facilones para una banda de su potencial, y son "Some Boys" y "Underneath The Sycamore" las que se muestran más acertadas. Completan el álbum dos temas más sencillos de lo habitual, que crecen con las escuchas son la optimista "Portable Television" y "Stay Young, Go Dancing" que despide el lote con un aire folkie.
Es pues Codes And Keys un paso adelante tras Narrow Stairs, un disco en el que recuperan la esencia de sus anteriores álbums, pero no es un paso definitivo necesita un par de pasos más en la dirección correcta. Los que no hace mucho disfrutamos tanto con ellos que nos parece inaguantable que en los últimos seis años solo hubieran publicado un largo, deseamos que esa confirmación llegue en su próximo trabajo, y que llegue pronto.
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