Cuando a finales de 2011, Coldplay lanzaba su nueva producción discográfica, nadie ponía en duda el gran favoritismo de los británicos para los Grammy 2013. Sin embargo, una de las bandas triunfadoras en la edición anterior, que ya contaba con el elogio de la crítica y la admiración de grandes estrellas del rock, se preparaba también para, de manera atípica, estrenar su nuevo álbum en diciembre.
El 26 de octubre de ese año, dieron a conocer la primera muestra de lo que sería ese nuevo trabajo. Lonely Boy, un tema de ritmo rápido y bailable, con el protagonismo de las guitarras y el remate de los coros femeninos, escaló rápidamente en las listas y aseguró el éxito del lanzamiento del disco. Pero al escuchar el resto del álbum, sorprende encontrar que Lonely Boy no era simplemente el “palo” del disco, sino que era apenas un abre bocas de lo que se venía con el séptimo álbum de Dan Auerbach y Patrick Carney.
Con un ritmo mucho más rápido y explosivo que su anterior disco, Brothers; El Camino muestra claramente las influencias de la música popular en los 70; rock and roll, glam rock, blues y hasta soul. La banda venía de cosechar 2 Grammys con su álbum predecesor y esa presión los llevó al estudio de grabación de manera rápida, para hacer un disco sin mucho presupuesto, en el Easy Eye Sound Studio, el cual fue abiero en 2010 por Dan Auerbach.
El Camino es la clara muestra de que sin mayores pretensiones, pero con un sonido propio, original, se puede tener un producto exitoso y bien logrado, que logra poner de acuerdo al público y a la crítica.
El disco apenas si le da un pequeño descanso a las guitarras eléctricas en Little Black Submarines, que a mitad de la canción se transforma y explota en una descarga agresiva, con un gran protagonismo de la batería. Dead and Gone, así como Gold On The Ceiling , Run Right Back y Money Maker, igualan o superan el ritmo incesante y estridente de Lonely Boy, con sonido que se antoja ochentero, ese rock de garaje que los caracterizó en sus inicios. En Sister y Stop Stop, el grupo muestra su faceta más pop,con mayor protagonismo del órgano, pero la cúspide de la influencai pop-soul está en Nova Baby, que suena a bluegrass y tiene ese ritmo contagioso del R&B clásico.
El camino suena a clásico, al estilo de un Led Zeppelin o un ZZ Top. No cabe duda de que es uno de los discos del año, en un momento donde el rock no atraviesa por su mejor etapa. Ya desbancaron de su favoritismo a Coldplay, al posicionarse con 5 nominaciones y la academia gusta de premiar trabajos con sonidos diferentes, que no siguen una tendencia y le dan un aire nuevo a su género. Otro punto a favor para el dúo de Ohio es que el año anterior , el gramófono a mejor álbum del año se quedó en manos de Adele, un disco pop, y en más de dos décadas ningún género ha ganado en esa categoría por dos años consecutivos.
Así las cosas, El camino que ha recorrido The Black Keys sin duda los hará subir varias veces al escenario este domingo, como ganadores de la noche, llegando como unos de los grandes favoritos para ganar álbum del año, y tampoco sería raro si Lonely Boy remata ganando como Grabación del año.
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