Pocas veces un primer álbum logra sorprender tanto como el de Bruno Mars. Es cierto, grandes interpretes revelación en años anteriores han lanzado su voz al mundo con trabajos increíbles, pero escuchar Doo Woops and Hooligans es toda una experiencia desde donde se le mire. Por la gran capacidad vocal de Bruno, sus letras románticas y frescas y porque el álbum parece pensado para satisfacer los gustos musicales de casi cualquier tipo de público.
Desde el lanzamiento de “Just the way you are” primer sencillo del disco y segunda canción del álbum, Bruno mostró de que estaba hecho y sólo su single debut, le valió su primer grammy como interprete pop masculino. Una canción bien romántica, que sin embargo no cae en lo dulzón. ¡Todo un hit!
Pero Bruno fue más allá y mostró su as bajo la manga con “Grenade”, de lejos su interpretación más contundente y sin duda, la mejor canción del disco. Donde pasamos de lo romántico a lo desgarrador, la desilusión reflejada no sólo en su voz, sino en la expresión de su rostro, logró afirmar al artista no sólo como la revelación del año, sino que me atrevo a decir de los últimos años.
Pero si ya conocimos a Bruno en su faceta más romántica y despechada, no podemos pasar por alto su lado más divertido y desenfadado en temas como “The lazy song” y “Liquor store blues”, (en colaboración con Damian Marley), con letras que se pasean por el ocio y el alcoholismo. Son temas que te invitan a ponerte más frenético, pero no por esto desentonan con el resto de cortes del álbum.
Otra genial colaboración del álbum es “The other side” junto a B.O.B. Y Cee LO Green, una canción con una melodía impresionante bastante rockera. Y si de sonido rockero y retro se trata, no podemos pasar inadvertida “Runaway Baby”, con un sonido del rock and roll de los 50 y la guitarra eléctrica, donde Bruno nos dice que no está dispuesto a tener nada serio.
Pero Bruno no deja de ser romántico con “Our first time”, en ritmo de R&B, canción cuyo sólo titulo ya sugiere mucho, “nuestra primera vez”. En “Marry You” al artista le dio por casarse en una noche de arrebato. En “Talking to the moon”, la canción más melancólica del disco, vemos a alguien enloqueció extrañando a ese ser especial. Y por supuesto los amigos no quedaron olvidados en “Count on me”, un bonito himno a la amistad, que te invita a contar y a confiar en ellos incondicionalmente.
Como vemos “Doo Woops & Hooligans” es un álbum completísimo que no desmerece en la pelea por el mejor álbum del año, por el contrario es un digno contendiente para una gran nomina. Es claro que Bruno no llega como el gran favorito en ésta categoría, pero sería injusto pensar que se vaya con las manos vacías. Bruno compite en todas las categorías principales y fue el único hombre elegido en una categoría de matriarcado (pop solista). Tiene a su favor la sobriedad de un artista, músico y cantautor que sólo se preocupa por hacer buena música y figurar sólo por su talento. Factor que gusta dentro de la academia. No sería sorpresa si lo vemos alzarse con varios premios.
JULIAN TORRES.
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