Varios
años tuvieron que esperar los fanáticos de los robots más famosos para poder
escuchar su cuarto álbum de estudio, desde Human After All (2004), y después de
trabajos como la banda sonora de la película Tron, The Legacy y su Alive 2007.
Casi seis años después de que Thomas Bangalter anunciara que el grupo se
encontraba trabajando en dicho proyecto, el álbum finalmente vio la luz el
pasado mes de mayo, con muy buenos resultados para el dueto francés, siendo
quizás uno de los discos más esperados del año, luego de una agresiva campaña
de expectativa.
Random
Access Memories es en definición el disco que ha hecho humanos a los robots
franceses: videos reales, donde ellos mismos aparecen, baterías en vivo, pianos,
menos sintetizadores modulares, orquestas, más voces reales y eso sí, sus
característicos vocoders. Daft Punk ha tenido siempre, para bien o para mal, la
capacidad de reinventarse y sorprender con elementos que quizás el público no
se espera. Acostumbrados a álbumes discotequeros, con sencillos para prender la
fiesta, al estilo de Homeowrk y Discovery, el público se sorprendió con un
trabajo que tiene diferentes matices: baladas lentas como Within y The Game Of
Love; flashbacks hacia el disco de los 70, con Give Life Back to Musicy en
Beyond, en colaboración con el artista Paul Williams; sintetizadores en
crescendo Giorgio By Moroder, un tema interpretado con el artista italiano
Giorgio Moroder; presencia de interpretes con grandes voces en Get Lucky y Lose
Yourself To Dance, con Pharrell Williams, o en Instant Curhs, con el voclaista
de The Storkes, Julian Casabblancas; de nuevo un sonido clásico en, y por
supuesto el sonido discotequero en temas como Contact.
Si
bien Random Access Memories no ha podido poner en total acuerdo a la crítica y
a los fans del dúo galo, acostumbrados a un sonido mucho más bailable y
fiestero, de unos artistas que revolucionaron la música electrónica en los 90;
se trata de una apuesta arriesgada en un momento en el que el tecno se ha
convertido en una fórmula repetitiva exitosa, en la que los grandes DJs no se
atreven a salir de su zona de confort. Daft Punk regresó para reclamar su lugar
y mostrar que son capaces de reinventarse y de apostar por sonidos diferentes,
sin perder su identidad, por supuesto. Por todo eso quizás, son tan consentidos
por la crítica.
Get
Lucky se ha convertido sin duda en uno de sus sencillos más exitosos, llegando
al top 2 de la Billboard, siendo el primer single de los robots en alcanzar
esta posición. El álbum tiene colaboraciones improbables, como la de Julian
Casablancas, o Pharrell Williams, quienes con sus falsetes, le imprimieron ese
toque “humano” o “real”, que buscaban los franceses. El disco está además lleno
de colaboraciones con grandes artistas y logró fusionar muy bien el vocoder con
lo vocal y lo electrónico con lo instrumental.
Daft
Punk tiene ya en el bolsillo el premio a mejor álbum dance/ electrónico y son muy fuertes en la categoría
interpretativa pop dúo o grupo, con Get Lucky donde Pharrell Williams le
imprime el toque vocal que busca la academia; lo que además los ubica muy bien
en la pelea para Grabación del año. De manera que Random Access Memories puede
ser una gran apuesta para hacer historia y darle por primera vez a la música
electrónica el grammy a mejor álbum del año.
Hay
que tener en cuenta que si bien Random Access Memories es por definición, un
disco de música electrónica, al escucharlo, se tiene una experiencia diferente
y resulta complejo catalogarlo como tal. Se trata, sin duda, del disco más
ecléctico del grupo de 5 nominados, algo que puede jugar a favor de Daft Punk,
pues a la academia le gustan las apuestas arriesgadas, que suenan diferente a
lo demás. Habrá que esperar a ver si el próximo domingo, dos robots suben al
escenario a recibir el gramófono más importante de la noche.
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